miércoles, 3 de abril de 2013

Crónica del concierto de La Fuga en la Sala Planta Baja de Granada el 22/03/2013.

La Fuga es uno de los grupos de mi vida, por no decir el más importante de mis primeros años en el rock, si bien en los últimos años se ha producido un distanciamiento entre "nosotros", el rumbo del grupo se alejaba demasiado de lo que fue, pero a pesar de todo quise comprobarlo con mis propios ojos. Por eso, el concierto de Granada era realmente importante para mí, era el volver a intentar encontrarme con la incondicional que fui hace no tantos años. 

Por segunda vez en esta gira, La Fuga se deja caer por Granada. Para comenzar, decir que pasados pocos minutos de las 10 saltó el conjunto norteño al escenario que salió a comerse la sala Planta Baja, abarrotada de gente como hacía tiempo que no veía. Los primeros acordes llegaron tras su famosa voz en off ("desde Reinosa, Cantabria...), siendo a partir de ese momento un no parar de bailar y saltar durante las dos horas que duró el espectáculo, un directo muy divertido en el que se hizo un recital de muchos de los temas clásicos de la banda que un día fue uno de los referentes del panorama nacional y que sin duda ha quedado en la memoria de los más veteranos de la sala. Decir que musicalmente estuvo bastante bien, pero una de las pegas más importantes que veo en esta gira en directo, que por cierto está a punto de concluir después de tres años recorriendo el panorama nacional, es que quizá quiere ser demasiado transgresor en su estética y su forma de presentarse pero no renueva su repertorio, dejando un poco de lado los temas nuevos que debería defender y dándoles el espacio que pertenece a los componentes de la banda que han entrado, y a quienes les ha tocado el duro papel de reemplazar dos piezas fundamentales en la historia de esta banda. Banda que por cierto en muchas ocasiones me dio la sensación de que estaba partida en dos, estando en un lado del escenario los veteranos que se manejaban ellos solos, y por otro lado los dos nuevos componentes, a quienes se les veía mucho más comprometidos con el público y con grandes muestras de complicidad entre ellos.

Como conclusión, me queda la tristeza de lo que ha sido una de mis bandas favoritas, no es el primer grupo de este país que sufre una reestructuración, ni será el último, pero creo que deberían dejar ya el pasado. En mi humilde opinión, han querido ser el resquicio de lo que un día fueron, cambiando desde su imagen a su forma de componer canciones, sin embargo todo es diferente y muchas cosas salen forzadas. Creo que aún están a tiempo de redirigir su carrera, con el nuevo disco que van a grabar tienen una nueva oportunidad de levantar el vuelo y demostrar que aunque ya no sean los mismos pueden ser buenos músicos, dejarse de lamentos y de mirar al pasado y dar todo lo que tengan dentro. 

Texto: Miriam Rodríguez Lirio.


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